"Yo quisiera que hasta lo último se cumpliera con la justicia. Y ya una vez que se me haya dado muerte, porque no espero otra cosa, y desde un principio les consta a todos que yo no he buscado defenderme; que ya, los que tienen odios, los depongan. De una cosa creo que no se me pueda tachar: de egoísta; y el egoísmo es lo que evita que muchos puedan ser buenos patriotas. Es lo único que tengo que decir"
sábado, 9 de julio de 2011
LA FARSA DE JURADO 8 DE NOVIEMBRE DE 1928
En este día concluyó la farsa de jurado popular hecha contra de José de León Toral y demás católicos acusados por la tiranía revolucionaria, cuyo representante máximo y especial en esa ocasión, el licenciado Ezequiel Padilla, enfocó su requisitoria más que contra las víctimas procesadas, contra la Iglesia de México, diciendo numerosas necedades, blasfemias y herejías, como la de afirmar que el tirano y perseguidor del Catolicismo Alvaro Obregón era "un hombre que llevaba en su pecho, precisamente la la virtud socialista de Cristo", como la de asentar que el abominable Clero fue "el que en las mismas celdas de la Madre Conchita incubaba las terribles, las dolorosas resoluciones de enviar a los campos de batalla a gente inocente, a morir cegada por un necio fanatismo, cuando se olvida, porque en su ignorancia no ha penetrado la verdadera luz, de que los Evangelios y Cristo, y la Religión, no permiten fratricidios". José de León Toral fue condenado a muerte este mismo día, y estando seguro de que ese iba a ser el resultado de la FARSA DE JUICIO, expresó por último antes de que los "jurados" entraran a deliberar: