Nació en Ahualulco de Mercado, Jalisco, México el 28 de septiembre de 1899. Emigró a Guadalajara en compañía de su familia. Se inscribió en la Asociación Católica de la Juventud Mexicana. Sobresalió por su ferviente devoción a la Santísima Virgen María. Al recrudecerse la persecución contra la Iglesia, fue aprehendido. No temió ante la muerte: su único dolor fue no poder comulgar antes de dar el testimonio supremo de su fe, pero lo animó su hermano ,el siervo de Dios Ramón, con estas palabras: «No temas, si morimos nuestra sangre limpiará los pecados». Fue asesinado la noche del 1º de abril de 1927.